Introducir los objetos es muy sencillo: basta con colocarlos en cada compartimento moldeado. También podemos añadir muescas para facilitar su extracción. La pulpa de origen vegetal mantiene su forma en las condiciones típicas de un almacén y resiste pequeños cambios de temperatura. Si una sección se aplasta, la fibra tiene una ligera elasticidad y puede rebotar sin dejar abolladuras permanentes.
A los jefes de almacén les encanta lo bien que se apilan estas bandejas. Su delgado perfil permite almacenar cientos de ellas en un espacio reducido. Recomendamos mantenerlas selladas con un envoltorio de plástico para evitar la absorción de humedad. Una vez utilizadas, las bandejas pueden reciclarse en contenedores de papel estándar o compostarse en instalaciones industriales.
¿Siente curiosidad por saber cómo impresionar a los clientes al tiempo que ofrece una sólida protección? Pulse "Añadir a la cesta" y deje que estas inserciones hagan el trabajo pesado.